Sobre los críticos teatrales

¡uf! que chusco.

¿Críticos teatrales poseídos por una revelación reconvertidos a dramaturgos?

Paradojas de la vida, el crítico fue criticado con algunos silencios, los más osados huyeron de la sala, unos veinte, y el resto de la familia teatral no se destrozaron precisamente las manos, aplausos de cortesía. En un ¿estreno prematuro? Vaya tostón de obra. Envoltorio sin relleno. Menuda sinsorgada incitadora del bostezo. Teatro de visos progre que pretende diferenciarse y se pierde en el intento, puesta en escena en busca del vanguardismo por que si, ininteligible, de estética desaliñada con pretensión extravagante. Cuando leo en un programa de mano algo tan repipi como la palabreja “creador del espacio sonoro”, no es que me ponga a la defensiva, tan sólo flipo, y puestos a satisfacer egos ¿por qué no? aflorador de sentimientos o revolvedor de emociones. ¿Diseñador de luces? accionista de Iberdrola.

¿Pero qué nos dice el marketing y su merchandising?

“Los cuatro entes escénicos (los intérpretes) se convierten en una voz coral que va describiendo una generación que se proyecta en el presente como una plataforma hacia el futuro. Cada voz incorpora una vía de desarrollo de la estructura dramática elíptica, creando círculos concéntricos que van describiendo en cada pasaje una emoción, un concepto, unas vivencias que abarcan desde el dolor de la frustración política, al dolor causado por la pérdida del amor, todo ello mezclado con referencias a esas libertades absorbidas por unas vidas deconstruidas por la droga, las utopías políticas, el desarraigo, la insatisfacción y con un aparente destino obligado en el desencanto.”

¿Y yo dónde estuve? Porque nada de eso intuí. A mi me sugiere que describir lo que se representa en escena recurriendo al lenguaje filosófico rebuscado, eleva en demasía las expectativas del espectador y eso tan sólo puede suceder, si vas bien cargadito de petas o tienes el hígado colapsado de rioja. Es sólo mi opinión carente de relevancia, no os quito más tiempo y me coloco el yelmo por lo que pueda surgir.

El crítico criticado