Técnicas de contrapesado. Ancoras inaccesibles.

 

Hay torreones de tramoyas equipados con sistemas manuales de contrapesos en las que el nivel de las bases de sus carros, mejor dicho, las bases del lastre de compensación, no se corresponden con el de las galerías de contrapesado, así que resultan inaccesibles. Los motivos de semejante anomalía escogida suelen ser diversos, aunque siempre dependen de decisiones adoptadas sin perspectiva de alcance, por individuos concretos. No vamos a perder tiempo profundizando en las causas ni en revelar identidades, tan sólo decir que se trata de gurús idolatrados.

Hay que lograr cargas-descargas eficientes en el ancora y no será factible, si se encuentra en cotas inalcanzables para el operario cargador, así que para corregir y flexibilizar la colocación del carro de contrapesos en posiciones adecuadas, recurriremos a ayudas auxiliares de apoyo como los polipastos eléctricos de cadena. Este tipo de operaciones han de ser realizadas por tramoyistas profesionales y experimentados, ya que se trata de técnicas coadyuvantes algo más avanzadas.

Importantísimo conocer de antemano el peso del elemento a colgar en vara (trabajo de producción), sino habrá que calcularlo conociendo las dimensiones del elemento, despieces, y las densidades de los materiales (trabajo del dtor. técnico).

• Necesitamos colocar el polipasto eléctrico de cadena (PV-01) sobre el peine junto a la bancada de poleas de descarga (head blocks). El motor puntual va a mover el ancora de la unidad contrapesada. El angular en L donde está instalada la polea superior del ancora, estará abrazado (modo cesta) por una eslinga homologada y dimensionada para la carga involucrada, la eslinga se enganchará también al motor puntual. Proteger la eslinga de los cantos “vivos” del perfil angular. El polipasto eléctrico será maniobrado mediante control auxiliar desde la galería de frenos del telar. Desbloquear el freno de la unidad de contrapesos para ejecutar la acción. Con el motor puntual, posicionar el ancora a la altura óptima de trabajo, si esa posición no queda retenida por el stop batten superior, no iniciar primero la sujeción del elemento escenográfico a la vara, sino al contrario, comenzar cargando los contrapesos en el ancora. Cuando consideremos que se puede retornar a la situación normal, mover antes con el motor puntual el ancora hasta el stop batten  y la vara bajará hasta el nivel de trabajo en escenario donde, ya podremos colgar la escenografía, rompimiento..etc. Una vez amarrada la carga a la vara podremos soltar el motor puntual. Proceder al check y ajustar las cargas.

  En el descontrapesado no se precisa de motor puntual. El carro de contrapesos se lleva a una altura alcanzable en cualquiera de las galerías inferiores y se va descontrapesando paulatinamente y chequeando equilibrios, luego se procede de manera normal, no soltar la carga de la vara hasta que el ancora quede sólo con el lastre operativo del sistema.

• La segunda forma de afrontar el problema emplea más recursos. Unidades de motores puntuales en función del largo de la vara y la distribución de la carga, pulpos de dos vías, abrazaderas homologadas estilo Dougthy con cáncamo orientable. Los polipastos eléctricos van a actuar directamente sobre la vara contrapesada y por lo tanto también van a mover el ancora hasta la altura que necesitemos para estibar los contrapesos. Bajamos la vara a posición de trabajo en escenario, se amarran los motores puntuales (eslingados) a la vara, se cuelga la carga en la vara. Con los puntuales subimos la vara con la escenografía colgada hasta dejar el ancora accesible para cargarla desde una de las galerías. Durante el proceso iremos notando cadenas flojas, check y correcciones de cargas, con el sistema equilibrado soltar los pulpos y llevar a escamoteo los puntuales.

  Descontrapesado. Procedimiento normalizado, ir quitando contrapesos, mantener la carga amarrada a la vara. Volver a colocar los pulpos y puntuales cuando ya no se alcance a los contrapesos, elevando con los puntuales la vara. Cuando sólo quede el lastre de compensación en el ancora, bajar con los puntuales la vara a posición de trabajo en escenario y descolgar la escenografía de la vara.

Los que toman decisiones que conducen a estas problemáticas, no suelen reconocer haber errado en el planteamiento y diseño de las infraestructuras o características de las máquinas contrapesadas de accionamiento manual, probablemente algo influirá que ellos no van a estar diariamente en posturas ergonómicamente dañinas para la salud (NIOSH), se olvidan que sus actos presumiblemente profesionales tienen consecuencias perjudiciales en otras personas.

Técnicas de contrapesado. Trasvase de cargas.

 

En los teatros donde hay departamentos de producción, es fundamental que recaben información de las compañías referida a la masa de las escenografías con mutación escénica que requerirán suspensión, así minimizaremos riesgos y se podrá trazar la planificación entorno a la máquina a utilizar.

Me ha parecido oportuno tratar el método de trasvase de carga de una unidad a otra adyacente porque un elemento escenográfico, por ejemplo, una pieza de fondo negro de terciopelo, se traslada de una vara a otra. Siempre, tenemos que tener en mente la necesidad de coordinación del proceso entre el escenario y el telar, y nunca, ¡nunca! debemos olvidar que existe un orden riguroso protocolizado el cual tenemos que respetar. Lamentablemente, nos encontramos ante situaciones muy contrarias. Si nos paramos brevemente a ojear los objetivos perseguidos al trasvasar cargas de un ancora a otra, suelen ser; disminuir el tiempo empleado en la tarea, erradicar una etapa de penosidad (recogida desde el suelo). Y se decide por lo general, priorizar esos objetivos en lugar de aplicar procesos seguros.

 La estructura cabecera en forma de L del ancora, apoya con el stop batten superior, el carro se encuentra estacionado, inmóvil en desplazamiento hacía arriba y por lo tanto, dispuesto para estibar en el o desestibar los contrapesos.

 a) La carga (fondo negro) permanece en vara C-28, pero se va vaciando el ancora de contrapesos y pasándose íntegramente a la otra unidad C-20 para recibir posteriormente el fondo negro. ¡Sobrecarga! de 255 kg en C-20. Desequilibrio en el sistema 2500 N. ¡Riesgo de runaway!

 b) Se suelta el fondo negro de C-28 y se amarra en C-20. Se deja por un instante el ancora de C28 con la carga correspondiente al fondo negro descolgado. ¡Sobrecarga! de 255 kg en C-28. Desequilibrio en el sistema 2500 N. ¡Riesgo de runaway!

 c) Fondo negro amarrado en C-28, se traslada el 50% de contrapesos al ancora de la unidad C-20 (vara en vacío). ¡Sobrecarga! de 127 kg en C-20. Desequilibrio en el sistema 1275 N. ¡Riesgo de runaway! En C-28 ancora con infracarga, sin riesgo de runaway mientras el fondo negro permanezca amarrado.

 d) Fondo negro que estaba colgado en C-28 se descuelga y se deja sobre el piso de escenario, el 50% de su carga permanece en el ancora y el otro 50% se traspasa al carro de la vara C-20 donde irá luego colgado. ¡Sobrecargas! de 127 kg en C-28 y C-20. Desequilibrios en las dos unidades del sistema de 1275 N en cada una de ellas. ¡Riesgos de que ocurran dos runaway!

 Si recurrimos a la modalidad del trasvase de contrapesos entre distintas unidades con un único elemento escenográfico a intercambiar entre ellas, una de las unidades pasará por un período de desbalanceo y estará sometida a una situación de riesgo de runaway.

Sólo hay un procedimiento adecuado de riesgo de runaway inexistente; en C-28 descargar la carga de contrapesos que mantiene el equilibrio de la pieza escenográfica e ir depositando los contrapesos sobre el piso de la galería de almacenamiento. Una vez visualicemos el lastre equivalente a la compensación del sistema, notificar al escenario para que comiencen a descolgar el fondo negro. En un 2º paso, desde el escenario avisarán al tramoyista del telar cuando el fondo negro se encuentre ya atado en C-20, una vez que el tramoyista del telar verifica que el fondo negro está totalmente amarrado, notifica a escenario y operadores de carga de la unidad, que se va a proceder al comienzo de estibado de contrapesos en el ancora de C-20, para un sistema de doble vuelta será el doble de la masa de la carga fijada en vara.

La asincronía entre los diferentes técnicos (coordinador escenario, tramoyista telar, operario estibador) durante los procesos previos que propician la elevación, suspensión aérea de escenografías, ¡es inaceptable!, los procedimientos técnicos a ejecutar están reglados por normas internacionales (ANSI) e indicados en las guías básicas y manuales de las máquinas elaborados por los fabricantes.

Los gráficos que muestro a continuación nos alertan acerca de la importancia de que cada eslabón de la cadena teatral (producción, compañías, director técnico, coordinador escenario, tramoyistas, estibadores...etc), estén compuestos por profesionales acreditados, experimentados, con fuerte bagaje de sensibilización en materia de PRL, con formación al menos básica en reglamentaciones técnicas del sector en el que desempeñan su trabajo.

El accidente del teatro Victoria Eugenia no será investigado.

Los contrapesados para elevación de tramoyas del tipo tradicional de varillas existen en el teatro Victoria Eugenia desde hace 33 años, durante ese amplio período de tiempo, jamás ha ocurrido un runaway, bueno para ser más precisos, en la nueva etapa posterior a la reforma de 2007 y con un nuevo equipo técnico, ya se han provocado dos runaways que hayan transcendido.

 

Ya hubo un primer runaway, mismo modus operandi que ya hemos relatado en recientes publicaciones. También en éste caso sufrió lesiones en las manos (quemaduras, erosiones). El accidente no fue investigado, sucumbió en un ostracismo premeditado, de modo que no pudo extraerse ningún aprendizaje, y ahora la historia se vuelve a repetir, tampoco se ha iniciado ni existe voluntad de emprender una investigación que analice las causas, responsabilidades directas y subsidiarias, así que entre ese maremágnum de poderes arrogados se persigue el objetivo de la exención de responsabilidades. Los teatros de gestión pública deberían ser modelos de transparencia, para el caso que nos ocupa, existen órganos internos de fiscalización que no actúan, y no pueden acogerse al alegato eximente de la desinformación y el desconocimiento porque ese pretexto recurrente resulta incierto. La consecuencia es clara, no se adoptarán medidas correctoras, y esa ausencia de enmiendas denota nula preocupación por la protección de técnicos y artistas.

 La recurrencia de accidentes de características semejantes, de trasfondo idéntico, demandaría recabar funciones de vigilancia, inspección y control. Llegados a éste punto pienso que procede reclamar la intervención en función del alcance competencial otorgado mediante la Ley 7/1993 de creación de OSALAN en aplicación de su artículo 4º.

Cumplimentar el IGATT es una condición obligatoria de las mutuas cuando se pone en marcha el parte de accidente con causa de baja o sin ella. EL IGATT contiene apartados muy interesantes que sería preciso someter a examen como:

• ¿era el trabajo habitual del trabajador? (73).

• Descripción del accidente (75).

• Hecho anormal que se apartase del proceso habitual que desencadenó el accidente (83).

• Indicar si el accidente a afectado a otras personas (90).

• Testigos (91).

Dar validación sin más, a datos que no son contrastados y que debido a las circunstancias e implicaciones acontecidas en el accidente puede resultar conveniente alterar, de ahí surge la necesidad de iniciar procesos de investigación, para erradicar los accidentes de perfil repetitivo. En definitiva, la investigación conlleva un mayor alcance que la mera verificación de que los datos aportados reflejan lo sucedido realmente.

Si se hubiesen puesto en marcha los informes de investigación cuando ocurrieron los dos accidentes de trabajo a causa de los runaways en el sistema contrapesado de tramoyas, se podrían haber rastreado patrones de conductas o tendencias para identificar los riesgos potenciales que deriven en accidentes aún más graves.

La ley 31/1995 de PRL dice que el empresario está obligado a investigar cualquier accidente de trabajo. El incumplimiento de esta obligación y la de registro o archivo de dicha documentación son consideradas infracciones graves en el art.12.3 y 12.4 del RDL 5/2000. Más allá de la obligatoriedad legal, no deberíamos olvidar que el análisis de los accidentes de trabajo son un INSTRUMENTO DE MEJORA PREVENTIVA.

El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) deja claro que se han de investigar también los accidentes leves, los incidentes o incluso accidentes BLANCOS en los que se dé alguna de las características siguientes:

- Notable frecuencia repetitiva.

- Riesgo potencial de originar lesiones graves.

Una vez que haya ocurrido el accidente se debe seguir un protocolo de actuación; atender a los heridos (servicios de mutualidad), avisar a los delegados de prevención, toma de datos para rellenar el informe de investigación de accidentes de trabajo que deben poseer todas las empresas, comunicar el accidente al responsable de PRL de la empresa, y finalmente las conclusiones de la investigación serán trasladadas en una reunión del Comité de Seguridad y Salud en el Trabajo a sus miembros. También hay que realizar una reevaluación de riesgos, un plan de medidas proteccionistas, correctoras, de actividades preventivas a desarrollar, luego hay que proceder al seguimiento y control de la aplicación de las actividades de prevención propuestas por parte de la persona coordinadora de prevención y el comité de seguridad y salud, por último valoración de la eficacia del plan por parte del prevencionista de empresa y el comité de seguridad y salud.

Una vez concluido el procedimiento de investigación del accidente, se debe comunicar del riesgo y de las medidas estudiadas para atajarlo en los demás centros (Antzoki Zaharra-Teatro Principal) que disponen del mismo tipo de máquinas contrapesadas de elevación de tramoyas, a menos que alguien se haya arrogado la facultad para determinar que el “incidente” acontecido encaja en el tratamiento jurídico causal que corresponde con una imprudencia temeraria, y por lo tanto como contempla la ley no tendría la consideración de accidente laboral. Éste último supuesto me parece improcedente porque esa catalogación corresponde a los tribunales de justicia y además iría en contra de la definición de accidente establecido por ley, para ser más claro, no existe en la legislación ni ordenamiento jurídico, el incidente con lesiones.

Hemos incursionado en la abundante jurisprudencia existente al respecto y si algo nos ha quedado claro es que la terminología judicial, tiende a embarullar los conceptos, manoseando y retorciendo el significado semántico.

(RAE) Imprudencia temeraria; culpa grave e inexcusable.

El asunto desde una perspectiva legal resulta más complejo; la imprudencia profesional se basa en la impericia, que consiste en la incapacidad técnica para el ejercicio de una profesión o arte, por eso los términos de impericia y negligencia profesional deben entenderse como sinónimos. Hay sentencias que lo definen aún mejor; la impericia profesional o ausencia de experiencia práctica, habilidad o conocimientos propios para el ejercicio de la profesión de que se trate....y la negligencia profesional sería el olvido de las normas de prudencia técnica impuestas a los profesionales en la ejecución de los actos de su profesión (S.5.2.91).

Vayamos aún más allá para comprender la enorme responsabilidad que recae sobre los tramoyistas de cualquier teatro y sobre la necesidad de que sean experimentados, respeten las reglamentaciones técnicas y estén cualificados. Si consultamos el código penal también diferencia entre imprudencia profesional e imprudencia temeraria. La diferencia que existe entre las dos es que la imprudencia profesional es considerada como accidente de trabajo, en cambio la imprudencia temeraria ocurre porque no se han cumplido las normas de seguridad, por consiguiente la imprudencia temeraria en el ámbito laboral es considerada como accidente no laboral.

En el caso de la imprudencia profesional el trabajador realiza sus labores cumpliendo las normas, por esta razón no puede responsabilizarse del error a la persona que lo ha cometido. El trabajador que por imprudencia temeraria ocasionó la muerte de otro, será sancionado por homicidio imprudente, éste delito tiene una pena de prisión que va de 1 a 4 años. En el caso que el homicidio se cometa por imprudencia profesional, se impone una pena adicional, que consiste en la inhabilitación especial que le impide ejercer el oficio, cargo o profesión por un tiempo que va de 3 a 6 años.

Acabo. No me mal interpretéis, lo que voy a decir sonará duro y puede que hasta frívolo, pero después de hablar mucho con diferentes compañeros de teatro, todos coincidíamos que al accidente para que hubiera sido investigado, le ha faltado el muerto.

Demasiadas complicidades encubiertas y en consecuencia ninguna depuración de responsabilidades. Burda aunque efectiva confabulación, propiciada en parte por el atrevimiento implícito de la ignorancia y el sentimiento de impunidad.

https://www.cuesta.edu/student/campuslife/cpac/cpactechnicalservices/safetymanual/flysystem.html

https://drive.google.com/file/d/1MILPdAOsotdRPZvjG8BgPUaYcpyecDj2/view?usp=sharing

Un runaway real...lado del ancora.

 

Para finalizar con la saga de publicaciones motivadas por los accidentes de los runaways ocurridos en teatros cuyo marketing divulga el emblema de profesionalidad, subo al blog esta publicación para tratar de movilizar sensibilidades, sin albergar ninguna esperanza. Me ha parecido oportuno traer hasta aquí un runaway real ensayado en el banco de pruebas de Thern Stage, narrado desde mi visión, lo que expreso en el vídeo es sólo mi opinión. Advierto que las imágenes del vídeo son reales y de una dureza extrema para el que tenga ADN de tramoyista y esté forjado en los valores de PRL.

Me preocupa mucho el tratamiento de desprecio hacía el oficio del tramoyista que propician directores ejecutivos de producción y directores técnicos de teatros públicos que, han dejado de ser referentes europeos de prestigiosas compañías de talla mundial, edificios teatrales que los han convertido en batidoras de eventos variopintos que en ocasiones suelen ser de contenido teatral.

Decía, que mi preocupación deviene cuando estos personajes en su que hacer diario toman decisiones sobre cuestiones de tramoyas de elevación aéreas, condicionando el desarrollo de tareas que cercenan las garantías de seguridad. Con un organigrama de estructura teatral jerarquizada, los demás estratos de la organización sobre entienden que el elemento de consulta en materia de tecnología teatral debe ser el director técnico, ese concepto cuando se convierte en dogma de fe puede resultar muy inconveniente, si además va acompañado con un perfil de omnipresencia cuya cualidad más destacable a infundir sea la de tirao pa adelante. Como decía una antigua compañera técnica de teatro, nos encontramos ante una estirpe de “encantadores de serpientes” que encandilan a “los de arriba” en la estructura piramidal.

Runaway y trim chain. Aspectos.

 

Algunos técnicos de teatro me han hecho llegar su preocupación acerca del comportamiento de los dispositivos trim chain ante un runaway. La maqueta donde experimentamos no dispone de la capacidad, en cuanto a recorrido del ancora en caída libre ni capacidad de carga necesaria, para simular un runaway capaz de involucrar fuerzas y energía similares al de una unidad contrapesada real, de manera que mediante éste método no averiguaremos si los amarres de cadenas o sus accesorios también sufrirían una falla catastrófica. Sin embargo, podemos observar cómo al igual que ocurre con los tensores, aparece un efecto “bounce-rebote” que genera cargas dinámicas.

Pongámonos a teorizar desde un enfoque empírico para exponer reacciones plausibles como:

* El sistema de amarre trim chain utiliza como acortador y finalización de cadena un grillete de 1/4” con una WLL 500 kg, pero es la lira la que se introduce en el guardacabos del Aircraft, y si durante el choque contra las poleas de tiro el ataque que ademas será a compresión y si se da ±46º-55º entonces de la WLL habrá que deducir un 40%. Consideremos la relación vinculante existente entre WLL, SF y MBS.

* Si la electrosoladura de la cadena Proof Coil de grado 30, golpea contra el loft block, esa soldadura estallará y el eslabón saldrá proyectado. En el mejor de los casos esa cadena tendrá que descartarse por su deformación en forma de alabeo en algunos de sus eslabones.

Urge regularizar el gremio teatral para que los técnicos adquieran conciencia de los riesgos que entrañan trabajar en una caja escénica.

 

He decidido no experimentar más episodios de frustración causados por la inconveniencia de expresar desde la sinceridad lo que pienso, así que con ésta publicación inicio mi primera sesión terapéutica.

“Pentación Espectáculos, 34 años haciendo teatro”... como si ese eslogan per se, implicara una seña de identidad que revelara profesionalidad. Relato nuestra experiencia.

Típica bola giratoria de espejos que piden colocar colgada sobre las cabezas del público (ver foto del enganche), no facilitan su CMU y, sobre la WLL además tendríamos que aplicar un SF 10 al situarla por encima de los espectadores. Uno de los enganches está compuesto por anilla de etiquetas de plástico. Después de discusiones y pérdidas de tiempo, se encontró un lugar alternativo.

Segunda cuestión. Escenografía que integra apliques de luz (ver foto), no los equipan con cableado y conexión de tierra, incumpliendo el RBT y cualquier plan básico de PRL, sin duda el de los teatros públicos gestionados por DK. Se asumieron los riesgos de electrocución. 

Durante el montaje de la obra, se nos dice que necesitan montar unos trozos de cadena decorativa para recrear la ambientación de una escena, y aclaran que ese elemento jugará durante la representación, por lo que irá colgada en una vara contrapesada de accionamiento manual. Comienza la función y sobre los 20 minutos el regidor da al tramoyista del teatro la prevención para ejecutar el movimiento en el telar….se hace un oscuro y, ¡Go! ¡cadenas abajo! a su marca de posición, el tramoyista frena la vara (freno Clancy ajustado para retener 27 kg)….de repente el carro de contrapesos comienza a ascender inesperadamente, el tramoyista observa desde la galería de maniobras del telar que uno de los actores está colgándose de las cadenas y balanceando la vara, el tramoyista reacciona rápido y estrangula el maromillo contra una de las varillas del ancora para bloquear la vara…..se logra evitar el accidente, y la acción pasa inadvertida para el público. Resulta inaceptable que una compañía que moviliza en gira cuatro técnicos, que previamente hay un cruce de información con su director técnico, oculte datos vitales para llevar a buen término su proyecto artístico. Posteriormente y debido a una utilización diferente a la que se nos dijo, analizamos el aparamento utilizado y la situación….ahora la consideración ya era la de un accesorio de elevación, por lo tanto el tratamiento debía ser otro, y después de observar con detenimiento el “artilugio” vimos que se empleaban cadenas no aptas, sin marcados conforme a homologación, apreciamos por sus características que podría tratarse de grado 30 o inferior, se desconocía su WLL...la cadena estaba atada mediante un nudo con una cuerda sintética de 5 mm de diámetro, y ésta cuerda estaba a su vez anudada a otra cuerda sintética de 8 mm de diámetro, cuyo extremo se amarraba a la vara contrapesada. No aportan datos de MBL de las cuerdas para realizar el cálculo de WLL. Los dos días siguientes de función, por seguridad y cumplimiento de normativas existentes y códice deontológico se pacta con la compañía que en el juego escénico de bajada de las cadenas, el actor simule los movimientos de colgado y empujes, nada descabellado ¿no? ¿acaso la esencia del teatro no es fingir?

Un tramoyista con 35 años de experiencia evita con su pericia, oficio y templanza, que Igor Yebra sufra lesiones durante la representación de la obra “El beso de la mujer araña”…...en el Teatro Principal-Antzoki Zaharra.

Una mayoría significativa del sector del espectáculo no acompasa el ritmo evolutivo que imponen las puestas en escena del siglo XXI desde un enfoque donde es imperativo que prime el valor artístico en connivencia con la seguridad tecnológica, Se deben erradicar de los escenarios las conductas imprudentes y temerarias, lamentablemente ese objetivo sólo se conseguirá mediante inspecciones, vigilancia, sanciones, y una coordinación entre los teatros públicos para demandar, exigir a las compañías teatrales pero también de otro tipo de eventos, sin cortapisas, de una manera diáfana, taxativa, con firmeza, el cumplimiento de las reglamentaciones técnicas. Resulta preocupante estar bajo la tutela de personas inconscientes con poder decisorio, que intentan suplir sus incapacidades con el atrevimiento que otorga la ignorancia, de donde surge el potencial riesgo de peligro que puede ocasionar lesiones o pérdidas de vidas.

Normativas que tendrían que haber considerado, aplicado y ser conocedores de ella tanto el director técnico como los técnicos en gira que en ocasiones toman decisiones ignorando los criterios de dirección técnica:

* Directiva de Máquinas 2006 42/CE.

* UNE 311001. Industria del entretenimiento. Rigging. Sistemas de vuelo manual para artistas. Requisitos generales.

* UNE 311002. Industria del entretenimiento. Código de prácticas para el uso de equipos de elevación y suspensión de cargas en escenarios y otras áreas de producción.

* UNE-EN 17206. Industria del entretenimiento. Maquinaria para escenarios y otras áreas de producción. Requisitos e inspecciones de seguridad.

* UNE 9554 e ISO 9554:2019.

* R.D 212/305.

* R.D 1215/97.

* DB-SI.