Como observo que el artículo “Razones para no cerrar un teatro” ha generado algo de confusión y por petición de alguna lectora, intentaré ser más conciso.
• Quizás el título no sea el más adecuado. Lo que quería expresar con el, era en genérico. La tristeza que me produce cuando se cierra un teatro, cualquier teatro.
• El por qué habéis vinculado los comentarios con el Antzoki Zaharra, imagino que porque al artículo le acompañaban algunas imágenes de ese teatro, junto a otras que no guardan ninguna relación con el. Con las fotos intentaba (veo que no lo he conseguido) reflejar las motivaciones para mantener activo, con vida, repito, cualquier teatro.
• Por supuesto no me voy a ocultar. Mantengo mi espíritu crítico, indócil, aún a pesar de las hostias recibidas. No negaré lo que he escrito. ¿A qué me refería? Simplificándolo mucho. A que se debe dedicar el mayor esfuerzo en evitar intervenciones similares recientes para no incurrir en los mismos, es mi opinión, errores, si se decidiera emprender su remodelación. Cito de pasada sólo algunos:
- Rehabilitación irrespetuosa con la historia.
- Reformas que dificultan o condicionan actividades.
- Equipamientos en desarmonía, en algunos aspectos mediocres, descompensados, con escasa trayectoria de futuro.
- Infraestructuras escénicas polivalentes con su problemática asociada, todo vale para todo o para casi nada, pero de manera optimizada, para poco.
- Invasión de espacios, en detrimento de la actividad que le da sentido a la existencia de un teatro.
Puedo contar hasta aquí, y aún así seguir esperando problemas.
• Quizás el título no sea el más adecuado. Lo que quería expresar con el, era en genérico. La tristeza que me produce cuando se cierra un teatro, cualquier teatro.
• El por qué habéis vinculado los comentarios con el Antzoki Zaharra, imagino que porque al artículo le acompañaban algunas imágenes de ese teatro, junto a otras que no guardan ninguna relación con el. Con las fotos intentaba (veo que no lo he conseguido) reflejar las motivaciones para mantener activo, con vida, repito, cualquier teatro.
• Por supuesto no me voy a ocultar. Mantengo mi espíritu crítico, indócil, aún a pesar de las hostias recibidas. No negaré lo que he escrito. ¿A qué me refería? Simplificándolo mucho. A que se debe dedicar el mayor esfuerzo en evitar intervenciones similares recientes para no incurrir en los mismos, es mi opinión, errores, si se decidiera emprender su remodelación. Cito de pasada sólo algunos:
- Rehabilitación irrespetuosa con la historia.
- Reformas que dificultan o condicionan actividades.
- Equipamientos en desarmonía, en algunos aspectos mediocres, descompensados, con escasa trayectoria de futuro.
- Infraestructuras escénicas polivalentes con su problemática asociada, todo vale para todo o para casi nada, pero de manera optimizada, para poco.
- Invasión de espacios, en detrimento de la actividad que le da sentido a la existencia de un teatro.
Puedo contar hasta aquí, y aún así seguir esperando problemas.
Pues si que lo has aclarado, yo me he quedado peor. Con tanta metáfora y el uso de insinuaciones, no hay quien pille.
ResponderEliminarVale ahora si que me he perdido, en cierto modo reconoces que el teatro Principal va a cambiar,porque hablas de no caer en errores cometidos en otros teatros. Yo al menos me parece que así lo he entendido. ¿Me equivoco?
ResponderEliminarVamos más clarito el agua embotellada. Si seguis los comentarios de otros post y lo que se lee entre líneas, hablamos, y no creo equivocarme, del Victoria Eugenia. Coño y nos lo vendieron como un dechado de virtudes.
ResponderEliminarNO ENTIENDO NADA. DONOSTIA SIGLO XXI, ASPIRANTE A CAPITAL EUROPEA 2016. ¿PROBLEMAS POR PENSAR?
ResponderEliminarHay quien no se atraganta cuando habla de derechos fundamentales,y quien usa su poder para prohibir opinar, escribir, discrepar, pensar diferente.
ResponderEliminar¡Vaya pues si que nos hace libres la democracia!
Perdonadme, pero no debo entrar a este debate. Sólo diré dos cosas respecto al VE ya que es ahí a donde habeís conducido la opinión. Primera. Que agua pasada no mueve molino.Segunda.Que aunque no fue la mejor de las reformas, si fue la que dejaron o se pudo hacer.
ResponderEliminarMe gusta como han dejado el victoria eugenia,más cómodo,bonito,aunque se siguen pasando los mismos calores de los que nos quejábamos antiguamente.
ResponderEliminarNo entiendo el slogan "un teatro abierto para todos" ¿Acaso lo es?
ResponderEliminarYo aún diré más o justo lo contrario. Si nos remontamos al pasado reciente, ¿cuándo no lo fue?
ResponderEliminarAntes se le conocía como eclecticismo, yo prefiero llamarlo engendro. Es lo que me sugiere el nuevo teatro del alcalde. Mezcolanza de réplicas neoclásicas con salpicaduras de elementos modernistas en pos de la funcionalidad. Y a mi que me parece que no, que por ahí no van los tiros. Por qué conservar si no su estructura de palco-platea clasista, por cierto muy incomoda. Los espacios de relación pública (suena obsceno ¿verdad? Pero es un término utilizado en arquitectura) parecen estar inspirados en los putis de carretera. ¡Oh perdón! Debo ser más fina. Corrijo. Están ambientados como los prostíbulos del asfalto. Qué oportunidad perdida. Que afán por pasar a la posteridad como los autores, digamos, de modernizar la historia. Irrecuperable equivocación. No hay dudas, nos separa un abismo para alcanzar a Europa.
ResponderEliminarTODO MI APOYO Y SOLIDARIDAD. SE COMO ERES.
ResponderEliminarVaya pues me lo has quitado del pensamiento,cada vez que paso por delante del victoria eugenia no veo un teatro sino un edificio de oficinas.
ResponderEliminarNo era la reforma esperada, al menos por mi. Si, se nos escapó la gran oportunidad. Sólo es un teatro como cualquier otro, sin identidad, al que han estropeado en parte su belleza.Para nada emblemático, del montón. Con una operatividad insostenible y una plantilla desmesurada para un teatro de mediano formato.
ResponderEliminarEl Victoria Eugenia funciona bien, ofrece buenos servicios, y eso tiene un precio y se consigue con gente.Otra cosa es su autosuficiencia,rentabilidad. ¿Pero acaso la cultura que deben promover las instituciones públicas, han de marcarse principios economicistas?
ResponderEliminarRotundamente ¡SI!. Hablamos de dinero público, del tuyo y el mio. Además ahora el Victoria Eugenia es una sociedad anónima empresarial y la ley le exige disponer de herramientas más transparentes, ¡vamos de auditorias! La cultura no tiene porque ser un saco sin fondo.Si yo quiero montar una empresa y obtener financiación o ayudas públicas he de demostrar su viabilidad. Lo lógico es que un teatro público sostenido con el dinero de todos los contribuyentes, cumpla, primero con un objetivo social, cultural, y segundo, no a cualquier precio, que no sea una lacra.
ResponderEliminarTraer buenos espectáculos es caro.
ResponderEliminarQueremos estar entre la élite de las mejores obras de teatro y danza, y eso tiene un precio.
No siempre precio y calidad van de la mano. Esa relación puede darse cuando hablamos de lechugas o tomates.En artes escénicas definir la calidad se convierte en un ejercicio de puro subjetivismo.
ResponderEliminarAsí es, ejemplo; Avenida Dropsie, lo que no habrá costado traer desde Brasil semejante producción,personal para el macromontaje de escenografia, etc, y al final (aquí entra el subjetivismo, el mio) un verdadero brodio.Y luego hay espectáculos modestos magnificos,bien de precio, y no va ni dios a verlos.
ResponderEliminarÑOÑOSTI-ÑOÑOSTI y ÑOÑOÑOÑOSTIIII..
Mutxa reforma y tntas gaitas, peo el kontrol ke montan n pltea paece n kampamento klandextino de gitanox. TOMA GLAMOUR.
ResponderEliminarLeo con frecuencia tu blog y hoy me atrevo por primera vez a participar. Quiero animarte a que sigas manteniendo ese espirítu indócil, inconformista, de rebeldia. De esas actitudes y del pensamiento diferente es de donde surge el enriquecimiento, la evolución y la prosperidad de los pueblos.
ResponderEliminarGracias Nina.Alguna pizca de inconformismo si que me queda, aunque la rebeldia se quedó haciéndole compañia a mi juventud.También he aprendido a medir mi opinión. Lo de ir a la contra, no tiene solución, es genético.
ResponderEliminar¡uuhm! Rebelde. ¿Y la causa?
ResponderEliminarMás de lo mismo soy pura contradicción, ¿la causa? pues ninguna y todas. Las que recoge el blog y por ahora puedo contar.
ResponderEliminar¿LA historia? La historia es un lastre para la modernidad.
ResponderEliminarAcaso el modernismo no está sometido a los avatares del tiempo, y por tanto ¿no es el anticipo de la historia?
ResponderEliminarLa modernidad actual esta condenada a convertirse con el transcurso del tiempo, en pasado.
El aniquilamiento de la historia convierte la civilización en barvarie.
Todos los pueblos que olvidan su historia, estan condenados a cometer los mismos errores del pasado.
ResponderEliminar¿la historia un estorbo? Un pueblo sin historia estaría compuesto por habitantes fantasma, habitando en las tinieblas.Mantener vivo el recuerdo de la historia nos permite evolucionar.
ResponderEliminarEn Europa los teatros antiguos se rehabilitan, es inconcebible su reforma, precisamente para preservar la historia. Aquí parece que la historia supone un estorbo. Eso si, luego se inflan, aprovechando coyunturas para hablar, aunque sea de pasada sobre ella.
ResponderEliminarNo comprendo tanta polémica, los teatros tienen que seguir siendo eso, teatros, no museos de historia.
ResponderEliminarRepito.Afortunadamente en Europa nadie piensa como tu. Eso hace que exista un patrimonio teatral histórico extraordinario.
ResponderEliminarQué te hace pensar que en un teatro rehabilitado (no reformado)cuyos objetivos sean la recuperación de elementos históricos perdidos o dañados, no sirva para hacer teatro. La realidad demuestra que en los teatros sometidos a una reahabilitaciñon de recuperación histórica se continúa hacienzo teatro, opera, ballet, conciertos..
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo, el VICTORIA EUGENIA, después de su reforma, se ha convertido en un teatro normalito de formato mediano.Nada espectacular.Muchos errores, escasa ambición, proyecto indefinido.......y podría seguir dicíendo aún más. Ahora toca apechugar con lo que hay.
ResponderEliminar¡ NO. NO ES EL GRAN TEATRO QUE NOS PROMETIERON !
ResponderEliminarEstoy contigo.Invadir espacios ya en origen escasos,con despachos,ha propiciado un proyecto de reforma teatral mezquino.
ResponderEliminarNo teneís razón, precisamente ahora el Victoria Eugenia cuenta con más espacio que antiguamente.Leer DV cuando la reforma.
ResponderEliminarIncreible ahora para poder hacer teatro va a ser condición indispensable que el teatro sea moderno, que haya pasado por un proceso de reforma.Todos nosotros conocemos grandes y pequeños teatros que han sido rehabilitados, manteniéndo su identidad primigenia, y que son referencias a nivel euopeo.
ResponderEliminar¿Qué cuenta con más espacio? Te recuerdo que el Victoria Eugenia cuando se construyó, todo el edificio en su integridad se destinó a teatro (excepto el café Lion D´or), tenia talleres de pintura de telones,de construcción de decorados,salas de ensayos, multiples camerinos, etc. Hoy dispone de menos superficie vinculada a la actividad teatral respecto a aquel pasado.
ResponderEliminarLos espacios actuales asignados a teatro no son los mejor situados, ubicados en algunos casos a desmano, la realidad es que están resultando insuficientes, como consecuencia de una previsión equivocada.
Lamentablemente no cuento nada nuevo, todo esto ya se apercibía en el estudio elaborado por el arquitecto Zumarraga, por cierto, desecharón toda la tésis, y ahora nos encontramos en estas tesituras no reconocidas públicamente. Pero que están ahí y son corroborables.
Francia, es un ejemplo de respeto en la recuperación de sus teatros antiguos.
ResponderEliminarNo hay que irse tan lejos. Castilla y León es el espejo donde muchos deverían mirarse.
ResponderEliminar¿Qué ocurre entonces? ¿Falta cultura en las personas que han de decidir qué patrimonio se preserva y cual ha de ser eliminado? ¿No existe sensibilidadad? Parece ser que no, o que va por barrios. Anécdota veridica a modo de ejemplo; Alguien en el Victoria Eugenia ordena tirar los atriles de orquesta del año 1912. Una persona con sensibilidad, observa el atropello y rescata un par de ellos del container que los llevava al vertedero. Hoy esos dos atriles pueden verse restaurados en dos sedes con inquietudes, sociales, culturales, músicales. Puedes verlos en la sede del Orfeón Donostiarra y en la oficinas de la Quincena Musical.
ResponderEliminar¿Que manera tan diferente de entender la historia, verdad?
Tuve un amigo que trabajó en ese teatro y me ha contado cosas increibles. Tanta mente pre clara ¿y a nadie se le ocurrio hacer una sala dedicada a museo teatral en el Victoria Eugenia? En el que se expusiera la historia del teatro (programas, carteles, elementos de maquinas teatrales, focos antiguos, fotografías, los atriles de orquesta, la concha del apuntador, vesturario, maquina de truenos...) ¡ TREMENDO ! la poca historia conservada, terminó sus días entre los escombros de un vertedero.
ResponderEliminarPues tiene su gracia, meses previos a la inauguración, publicarón en prensa un anuncio pidiendo a cualquier ciudadano que tubíera fotos, programas o carteles antiguos del teatro se los cedieran, para realizar una exposición o algo parecido. Y ahora para cuando celebren el centenario, ya sabemos a donde tendrémos que ir a recordar la historia de este teatro, ¡ AL VERTEDERO DE SAN MARCOS !
ResponderEliminar¡Ahi va, pero si lo han clausurado!
Tristemente lo que afirman Manu e Imanol es cierto. A mi me toco vivirlo muy de cerca.Lo poquito que pudímos hacer fue por iniciativa propia, por inquietudes personales. Es algo que quiero olvidar,es por eso que no me apetece entrar a este debate. Espero lo entendais.
ResponderEliminarNo puedo creermelo ¿tan mal se hicieron las cosas? Una reforma de ese calado requiere de la intervención del departamento de patrimonio de la diputación correspondiente,acaso ésta ¿no superviso? ¿y la propiedad? ¿aprobaron un proyecto para terminar con la historia?
ResponderEliminarEl teatro sigue siendo basicamente el mismo, o algo parecido.Sin ninguna duda se podría haber realizado cualquier otro proyecto mejor al que hicieron, pero éste es el que tenemos, conformemonos, y dejémos de fustigarnos.
ResponderEliminarVICTORIA EUGENIA un espacio para todos. Jazzaldia: precios 30 y 25 euros, y eso que llevan patrocinio y esponsor.
ResponderEliminarEl ocio cultural no es gratis.
ResponderEliminarQuien quiera disfrutarlo que lo pague.
¿El victoria eugenia?
ResponderEliminarEso antes, ¿no era un teatro?
EL VICTORIA EUGENIA ES UN TEATRO MAGNIFICO.
ResponderEliminarEl Antzoki Zaharra es el teatro de la ciudad, desde siempre, historícamente lo ha sido. El teatro cercano al pueblo, para el que siempre tuvo sus puertas abiertas. Sería un tremendo error que lo convirtieran en otra cosa, o que se quedara como una minisala de artes escénicas, o un vulgar cine.
ResponderEliminar¿El Principal no es el cine donde se organiza el festival de terrorrr?
ResponderEliminarFuegos artificiales, funambulista, calles cortadas, los alrededores del teatro paralizados, mogollón de gente trabajando en el teatro para tenerlo ahora medio cerrado o con actividades de chi chi nabo.
ResponderEliminar¡QUE GRAN TEATRO EL VICTORIA EUGENIA! sobre todo para verlo desde fuera.