Si acudo a ver un espectáculo en cualquier teatro y, observo que al caer el telón su parte inferior se derrumba desparramándose sobre el piso del escenario, aún a riesgo de equivocarme, enseguida pienso, que en ese teatro trabajan tramoyistas noveles con importantes desconocimientos de las tramoyas históricas.
Cuando los teatros estaban equipados con cortes de tracción íntegramente manual (varas de madera y tiros de cáñamo), los movimientos de apariciones de telones eran delimitados en su recorrido hasta la posición descendente por las cuerdas anudadas en el puente de cornamusas. Ese procedimiento servía y sirve actualmente para marcar el tope de bajada del telón de boca, y así evitar que arrastre por el suelo.
No me imagino a ningún tramoyista realizando glorias con telón, no al menos de una manera elegante, sin retenidas que ayuden a frenar su bajada y rebotar e impulsar su ascenso. En mi opinión, cuando hay que manejar un telón de un peso considerable y desarrollar una velocidad rápida para ejecutar la gloria, la energía cinética (Ec = 1/2•m•v2 ) generada debe ser absorbida bien sea por cuerdas dinámicas de elongación conocida, o por cualquier dispositivo que equipe resortes de compresión.
Estoy de acuerdo, sin fijos que marquen y posicionen la bajada,tu no lo dices,pero lo hago yo.....ES UNA SOBERANA CHAPUZA.
ResponderEliminarLlevo 18 años haciendo "chapuzas"...
ResponderEliminarUn telón q arruga un poco en su bajo (no un metro ni medio) y rebota mágicamente en una gloría, no necesita de fijos de bajada. Sólo un maquinista medianamente habilidoso. Claro q eso hay quien no lo pilla ni dos días antes de su jubilación.
Volviendo al aspecto técnico me pregunto (ya que nunca he usado un fijo de bajada con esa finalidad) si al llegar deliberadamente o por accidente a ese tope, no dará una extraña sacudida apreciable desde fuera.
Yo lo q siempre hice con telones manuales fue calcular la velocidad y fuerza de bajada para dejarme ascender por el telón un par de metros y así iniciar la subida del mismo con el peso de mi cuerpo. Esto tb se puede hacer entre dos maquinistas.
Saludos de un "chapucero".
Desde el punto de vista de la Prevención de Riesgos Laborales quedar suspendido a dos metros de altura asido al maromillo sólo con las manos se considera una mala práctica laboral, probablemente tipificada como imprudencia temeraria.
ResponderEliminarNo olvidemos que la ruta por donde se desplaza el áncora cargada con contrapesos que equilibra el telón de boca, va protegida por una jaula construida en tramex o mallazo, dejando tan sólo una pequeña abertura para la maniobra manual, insuficiente para poder colgarse del maromillo, sin que te partas la cabeza. No dudo de la “eficiencia” de quien ejecuta las glorias como se hacia en otras épocas (de ahí se acuño el termino de lado de arrojes), pero esa técnica queda supeditada exclusivamente a un momento de destreza con consecuencias impredecibles.
Efectivamente, el objetivo de los fijos de bajada del telón de boca es forzarlos a actuar, (no por casualidad) se eliminan los temores del error, y el riesgo de que alguien resulte lastimado. No se que peso tiene el telón con el que trabajas, pero te aseguro que un telón para cerrar una embocadura de grandes dimensiones que lleve a su vez un forro para lograr opacidad perfecta, adquiere un peso considerable, si además consideramos la altura desde la que cae, la velocidad demandada y el momento de inercia generado…..¡Uhmm! aseguraría que se convierte en un elemento incontrolable. Cuando se dan esas circunstancias, los telones de boca se equipan con motores de velocidad variable.
Los fijos de bajada (cuerdas cáñamo o similares) absorben la energía cinética desarrollada durante el movimiento de bajada, el rapacejo del telón, si lo tiene, tan sólo se arruga unos centímetros…..el telón “rebota” elegantemente en una acción siempre bajo el control del tramoyista.
Cada uno que emplee la técnica que crea oportuna para lograr excelentes resultados.
Gracias por leer y sobre todo por participar.