El deseo de conocimiento no es reprochable

Me acuerdo que cuando empecé en esto del teatro me estrujaba los sesos leyendo todo lo que caía en mis manos. Mi avidez por adquirir conocimientos a algunos compañeros les resultaba insultante cuando no repugnante. Daba igual, libros, dosieres, catálogos, revistas, memorias técnicas de proyectos, folletos publicitarios de los fabricantes que exhibían sus productos en las ferias, dedicaba mis vacaciones a ir a cursos de iluminación o tramoya que pagaba con el dinero que iba ahorrando….de todo ello aprendí lo poco que hoy sé.
Ahora son otros los derroteros. Me encuentro con compañeros irreconocibles. Ellos inician veinte años después el trayecto del cual yo ya me apeé. Bueno cambiar casi siempre significa progresar y aprender ayuda a evolucionar. Para aquellos que aún conservan intactas sus ansias de mejorar aquí les dejo una memoria técnica (PDF) del Proyecto del Teatro Colón de Buenos Aires.