03 marzo 2021

Antigone en versión atrófica.

 Estoy dispuesto a aceptar el desvarío en cualquiera de sus variantes, tampoco venero el rigor histórico, pero el Antigone que hemos visto representar en el AZ es un sucedáneo cochambroso de la obra de Sófocles, y aún pretendiendo huir o renegar de ella.

....no vamos a profundizar ni en la concepción de la dramaturgia, ni tampoco lo haremos en la dirección escénica ni en la interpretación, porque todo ello por separado y/o en su conjunto resulta estrafalario, y conduce a poco proliferar en los improperios cabales o no, porque podría dar la sensación de lo que me mueve es tan sólo la animadversión...he asistido a representaciones teatrales de colectivos escolares que atesoran más méritos para ofrecerles plataformas de divulgación de su arte.

.......entre los colectivos paridores de obras de teatro, siempre destaca algún miembro que impone su matraca dialéctica, que se explaya sin desenfreno contando su visión de la obra de teatro parida con epidural institucional....y cuando uno se asoma al patio de butacas atraído por la verborrea embaucadora del contador de ensoñaciones, las expectativas nos sitúan en una irrealidad alucinatoria de sopor, de la que ansiamos despertar.....cabeceo cervical espasmódico interrumpido por interpretaciones atarantadas....¿o tal vez, nuestras insulsas y viles almas no introspeccionan?

....personajes sin carisma, meras caricaturas, artistas del camelo de dicción aturullada.........en Antigone se afronta la trama de manera remilgada y tosca a la vez, hilando con trazo grueso, de ritmo somnoliento, quizás lo más destacable de Antigone es la conversión del escenario en un estercolero.

...elementos escenográficos poco ingeniosos aunque cumplen con su función de versatilidad.

.... los niveles del sonido parece haberlos ajustado alguien con insuficiencia auditiva.

...cuando la iluminación carece de sutileza, se convierte en alumbrar, aunque enfoques desde todo tipo de ángulos, luz con color o sin el.....la recurrencia de la luz de calles, por ubicación y tipología de aparatos, resulta confusa, no aporta plasticidad a escenas exprofesas, puestas a huevo para el lucimiento de quien diseña la ambientación de atmósferas de luz de la obra.....desde consola de programación en consecuencia poco se puede esperar, escasos matices en los ambientes de luz, con intensidades excesivas, predominio del concepto arrítmico quebrantable con la dramaturgia.

....afortunadamente Talía se alió con Cronos para acordar la duración del tiempo de la tragicomedia o lo que quiera que esto fuera, antes de la bajada del telón.....y al finalizar, aplausos de un público benévole, bravos de una cohorte afín, y loas vociferadas de algún gañan que pareciera estar dado de alta durante un fin de semana en el régimen especial de la Seguridad Social.


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