16 enero 2018

La salud y vida de trabajadores y artistas la confiamos en los infravalorados tramoyistas.

.pero también el patrimonio teatral, equipamientos, escenografías, prestigio institucional o empresarial....una mala praxis por la razón que sea, que ocasione accidentes o daños que conlleven la suspensión del espectáculo, terminará por involucrar a directores técnicos y gestores. Veamos algunos de sus aspectos para evitarlo:

Un carro de contrapesos sale disparado, sin control, y ésto sucede cuando hay más carga en él que en la vara que ha de levantar. Este desequilibrio es causado por errores de procedimiento: la carga se retira de la vara antes de retirar los contrapesos o se añaden los contrapesos antes de colgar la carga en la vara.
En una acción de contrapesado han de existir mínimo dos tramoyistas en telar, uno en galería de maniobra, junto al freno de la línea, tanteando, calculando, y el otro en el puente de contrapesado, cargando. Durante el trabajo de descontrapesado, los mismos tramoyistas de telar, pero además ha de incorporarse una tercera figura, el tramoyista de escena, que se coordinará con los compañeros de telar, comunicándose por Intercon o Talkie.....el tramoyista de escena realizará tareas de intermediador entre telar y el personal que participe en desenganchar las cargas de las varas en escena. Es deseable que ese interlocutor de escena esté también ahí para notificar a telar que la carga ha sido amarrada y pueden iniciar el equilibrado de vara. Es vítal establecer un plan cuando se trata de cargas apoyadas que condicionan el posicionamiento del áncora, y por lo tanto la operatividad de llenado o vaciado de los carros.
Disponemos de tecnología, comunicarse a gritos no es una opción, por las distancias, el ruido de otros gremios, el mal entendimiento, la enorme responsabilidad que entraña el trabajo de suspensión de cargas.....sabéis lo que opino al respecto (ver otros post).

....profesionalidad, oficio, experiencia, ni una pizca de temperamento impulsivo, sosiego.......y además habrá que disponer de los recursos necesarios para prevenir accidentes.........las soluciones tales como placas de separación y manguitos de bloqueo, que se incorporan en el carro de varilla convencional, están destinadas a mitigar el daño causado en el caso de que fugue la vara, evitando que los contrapesos salgan despedidos fuera del carro durante el impacto. Sin embargo, no existe tecnología adecuada para mitigar con éxito los daños producidos por runaways (fuga de vara). Podemos instalar aparátos que detectan la sobrevelocidad del áncora (SureLock...etc), pero un dispositivo de detección de velocidad excesiva requiere que la línea entre en caída libre antes de actuar.......y la línea con su conjunto de cables y maromillo sufrirán una descarga de choque al detener el fugitivo (quedando durante un instante en banda y recuperando con el golpe de tensión)...y la vara “botará” en el “aire”, del torreón de tramoya.

El Arbor Trap funciona detectando el desequilibrio, ya sea cuando se elimina la carga o se añade el contrapeso. A medida que el áncora se vuelve más pesada que la carga colgada en vara, el eje se acopla en el piñón y queda trincado. La trampa evita la liberación del carro hasta que el conjunto de líneas se reequilibra, momento en el que se puede liberar manualmente la trampa y el juego de líneas funciona normalmente.
De manera que cuando el dispositivo detecta el desbalance, simplemente retendrá el carro sobrecargado, y no lo liberará, por lo tanto la fuga del áncora ni tan siquiera se iniciará.




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