Bueno pues gracias a un seguidor del blog nos enteramos de una triste noticia, el teatro de Cámara Chéjov de Madrid está cerca de echar el cierre.
En las calles silencio. Nada queda del pueblo insurrecto que citaba Neruda. El opio anestesiante que genera felicidades fugaces y adormece conflictos es... ¡goool!
¡ Coño! Menudo regalo de reyes. Al final el teatro que vá a sobrevivir es el del ji..ji..ji..ja..ja...vamos el de pandereta para agradar los oídos (u orejas) del respetable.
ResponderEliminar¡Hay que joderse!