16 septiembre 2019

Ahumadores de escenas teatrales.


En más de una ocasión ya hemos tratado el tema…..vuelvo a ello…..hay espectáculos que por decisión artística, creativa o vaya ud a saber la razón, alguien, a veces ajeno al departamento “artístico, creativo” decide que cargar el ambiente con partículas de humo, aporta cierta estética favorecedora para la obra o ayuda a comprenderla…..no seré yo quién en esta ocasión me enfrasque en una discusión contraria, y esfuerzos me cuesta, pero no…...¿qué criterios marcan la cantidad, densidad de partículas que ha de contener el ambiente? ¿quién lo decide?…...¿no marcamos ningún limite? ¿quien y cómo se decide el grado de desprotección del lugar de pública concurrencia al anular los dispositivos de detección de incendios?…...en otro orden de cosas….el objetivo de las partículas de humo es reflejar el espectro de las  ondas de luz, marcar los haces de las fuentes de luz en la búsqueda de una determinada estética…..esas reflexiones espectrales ocasionan también efectos indeseables, ningún recogimiento en escenas intimistas o  no que lo precisen, revela si existe, el desorden de las fuentes de luz y enfatiza una mala dirección-enfoque…..el humo no desaparece de manera inmediata, así que tendremos ambientes de luz incontrolados y fuera de contexto, además de luz contaminadora en la sala perturbando la escena…..sólo cuando se alcanza la emisión de partículas óptima, de un modo controlable, se podrán lograr haces de luz que persiguen obtener belleza, sin adulterar el lenguaje de la historia que se quiere trasladar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si no puedes dejar un comentario, no te mates insistiendo. ¡Es que BLOGGER se ha escacharrao! Disculpa, IMPOSIBLE QUITAR EL CAPTCHA. Es una exigencia de blogger.