23 septiembre 2009

Contra Corriente


Mantener latente el recuerdo de otras épocas que hoy vemos distorsionado, separado por la distancia de la huella que marca el tiempo, y traer hasta nuestra memoria el imaginario que nos arrastra a intuir cómo sentían y pensaban los habitantes de un mundo anterior, ¿podría ser el cometido del ballet clásico? L@s que de esto saben dicen que no. Que mi visión es excesivamente nostálgica, romántica e idealizada, de una poética inverosímil. Que abandone los sueños y regrese al lado racional de la vida. Hacía el me dirijo, sabiendo que poco de lo que allí encuentre me convencerá. Oigo que el ballet es nada más que movimientos, gestos, posturas de los cuerpos, expresividad estética en esencia sometida a unos códices predeterminados. ¿Y ya está? ¿No se plantea contarnos conflictos ni controversias que asolan el alma humana? ¿Arrojar luz? ¿Darnos respuestas? ¿Explicarnos lo que somos?
En ese recorrido por el universo de los cuerdos, me encuentro con el razonamiento de aquellos detractores del ballet que intentan destruir creencias cuando sin vacilar, sostienen que el ballet no ansía explorar en el movimiento, no busca liberarse de ataduras, renuncia a la innovación, y tan sólo rememora con versiones anquilosadas historias enmohecidas, de fantasía ñoña o ensoñación que rebasa los límites de lo creíble. Para justificarlo, ponen en el lado contrario a la danza contemporánea, y comienzo a perderme en éste viaje, a no entenderlo, porque la danza cada vez en mayor medida recurre también al ornato, y lo involucra para alcanzar niveles de comunicación que de otro modo le resultaría a veces, incluso complicado de lograr. Me detengo a observar en el amplio calidoscopio de la danza, y veo la existencia de coreografías que se marcan como únicos objetivos hacer añicos el espacio concreto, las formas, la geometría y la plasticidad, así sin aditamentos tal cual, y claro esto muy poca gente lo comprende, tan sólo l@s incondicionales que pueden llegar a llenar las salas de aforo reducido o romper ocasionalmente de un modo anecdótico la quietud de los teatros. ¿Y así tiene que ser? Os lo advertí, me pierdo fácilmente en las rutas del razonamiento.

No es que yo crea en cuentos ni fábulas de ninfas y elfos, pero el ballet y la danza deseo verlos con el corazón, no quiero hacerlo de otra manera, así que me vuelvo al lugar de la mente donde se mima el sentimiento y se adiestran los sueños, para continuar imaginando a bailarinas ilusionadas que con los brazos y las piernas, dibujan estelas de esperanzas en un espacio donde incursionan con armonía la luz y el color.







A estas alturas ya debería saber que ponerse de puntillas sobre el dedo gordo del pie, no es lo que transforma a una mujer en bailarina de ballet, sino el empuje de sus ilusiones.

( Jkar )

22 septiembre 2009

A la memoria de Marcel Marceau


Hoy se cumplen dos años de la muerte de Marcel Mangel más conocido como Marcel Marceau. No he podido resistirme a acercaros a un aspecto menos conocido de su figura, su pensamiento. No debía dejar pasar la ocasión de traer hasta vosotr@s sus palabras cargadas de sabiduría y talento. Aunque su mundo era el silencio.


"Pero el teatro era su territorio. En 1947 creó su famoso personaje Bip, un descendiente de Pierrot, con conciencia social. Cara blanca, sombrero de copa raído, con una flor en la parte superior, camiseta marinera con botones y pantalones anchos. Era todo poesía y protagonista de sus mimodramas. Capaz de ser David para convertirse en Goliat; o Don Juan para mostrar el amor y la felicidad, la dicha y la tristeza, o la vejez y la muerte. Todo en minutos. Su arte estaba compuesto por 120 gestos y movimientos. "Las palabras no son necesarias para expresar lo que sentimos. El teatro se ha alejado demasiado de lo físico. Da palabras en vez de cuerpos. Cuento cosas simples y devuelvo a los espectadores un héroe con el que cualquiera se puede identificar. Es todo", decía. Uno de sus mejores actos era Juventud, madurez, vejez, muerte , con la que repasaba una vida en pocos minutos. "Entra en nuestras casas con paso de ladrón y con el terrible descaro del claro de luna", solía decir Jean Cocteau sobre Bip."

"Hay muchos gestos imposibles. Por ejemplo, no se puede mimar la mentira, porque para mentir sólo se necesita la palabra. Y estoy agradecido de que así sea. El mimo transmite lo que la palabra no puede".

Hablaba en silencio.

MARCEAU. EL PESO DEL SILENCIO


Acompañado por dos de sus discípulos, Gÿorngy Bito y Alexander Neander, formados en su escuela de mimodramas de París, Marceau nos ofreció un montaje a base de ejercicios silenciosos plenos de un humor tierno y agridulce. Bip, el personaje estrella de Marceau, se transformó ante mis ojos en un domador de fieras, en un músico callejero, en un heladero, en un fabricante de máscaras. En ocasiones era manos, sólo manos y aire, pero en todas y cada una de sus caracterizaciones, Marcel Marceau dejó clara constancia de la vulnerabilidad de la condición humana.

-Maestro, ¿qué es un mimodrama?

- Los mimodramas pretenden ser un mero reflejo, una manera de transmitir la tragedia, la violencia, la injusticia, los placeres y todos los valores de la sociedad. Para encontrar el espíritu del mimodrama hay que acudir a las raíces de la historia y analizar todas las influencias que he recibido, luego procuro aunarlas todas, interiorizarlas. Los actores, igual que los periodistas, somos los historiadores del ahora. El mimo es teatro profundo con una gran carga de corporalidad, en el que la máxima dificultad pasa por crear un mundo que no existe, por hacer visible lo invisible. Personalmente, he consagrado mi vida a crear un estilo propio, inventando una gramática y un lenguaje propio de los mimos, porque donde no hay gramática el arte no existe.

-¿Cómo es eso?

-Pues mira, eso es algo que se puede vincular al secreto del gesto. Cuando hay una gramática es cuando aparece el arte; hay una gramática para la música, para la palabra, para la ciencia, para la familia, para comunicarse. Cuando me decidí por el teatro, en un primer momento mi intención era volcarme en el teatro hablado, pero me encontré con Etienne Decroux y él me demostró que yo era un mimo nato. Durante mi infancia sentí una profunda admiración por Chaplin, Buster Keaton y Laurel y Hardy. Ellos crearon el mimo en el cine, y no porque fuera cine mudo, sino porque su procedencia era el music hall. También admiré mucho a Pierrot. Hoy por hoy, tras seis décadas pisando escenario, sigo pensando que mi don es un misterio, el misterio de la creación. Supongo que es una cuestión de sensibilidad profunda y a la vez de sentirse identificado con el público, porque el arte no consiste en buscar placer, sino en complacer al público.
-¿Qué denuncian sus melodramas?
-La miseria, la violencia. Con la edad se han ido haciendo más profundos, más duros. Yo practico el mimodrama del silencio y sólo doy gritos de silencio, algo muy difícil de hacer en un mundo donde todos hablan como metralletas; a veces me siento como un artista contracorriente. El día que yo ya no esté, Bip será memoria viva y dará testimonio del siglo XX. Mientras tanto, como soy un simple mortal, mi papel consiste en estar al frente de la compañía y empujar a mis discípulos al frente.
-Entonces, si le parece, podemos hablar del silencio.

-Suelo decir a mis alumnos que el silencio es una imagen que nosotros creamos con nuestro cuerpo y que debemos emplear para fundirnos con todos los elementos, para traducir lo humano. De hecho, no se puede crear sin el silencio. Soy un cómico profundo que habla de tragedias profundas, y para meditar sobre ellas es necesario un clima de silencio absoluto. Como persona no soy locuaz, pero sí elocuente. Hemingway decía que cuando escribes no debes de poner ni una sola palabra de más. Y eso también vale para la música y para el pensamiento. En el mimo el gesto es esencial, y es a través de posiciones estáticas como somos capaces de captar el peso del alma. Cuando no se habla no se puede mentir, es la hora de la verdad. Explicar, teorizar, eso sí me gusta, porque me identifico mucho con el papel de maestro, con el hecho de legar el arte a mis discípulos. En todos estos años me ha congratulado mucho poder comprobar el papel que iba ocupando el mimo en el mundo.
-¿El silencio es, aquí y en todas partes, el lenguaje del respeto?

-Del respeto y de la reflexión. En todos los países entienden el lenguaje del mimo igual que la música o la danza, pero el silencio del cuerpo no existe. El cuerpo genera música, la música del alma. El mimo conecta profundamente con la mitología del ser humano, ha atravesado todas las culturas. Realmente entramos en un lenguaje gestual que establece el combate del hombre, es un arte de identificación, de metamorfosis. Tu país no es un país silencioso, pero una de sus figuras más representativas de cara al exterior, el torero, tiene mucho de mimo. El torero asume el peso del toro sobre él, y cuando se acerca a matar su forma de caminar no puede ser ridícula, porque estamos reflejando un acto de valor. En el momento de la muerte, la plaza guarda un respetuoso silencio, un silencio sobrecogedor.

-¿La palabra puede llegar a ser peligrosa?

-No, no podemos decir que sea peligrosa, yo amo las palabras. Las palabras dan la imagen del pensamiento, como cuando lees un libro y estás creando una historia en la cabeza. Ningún arte es más fuerte que otro y todos tenemos nuestros límites, pero a través de ellos hay que ser ilimitado en la búsqueda de la perfección del movimiento, porque nuestro interés es llegar a emocionar. La música, por ejemplo, no te explica nada, no te muestra ninguna imagen, pero a través del sonido llegas a emocionarte. Hace años, yo decidí emocionar sin decir una sola palabra. La palabra tiene más posibilidades de expresión; puede mentir, tener doble sentido y doble intención. El mimo debe sujetarse a un proceder claro y visible. No debe proponer enigmas. Debe ser inmediatamente entendido y atrapar al espectador por las formas, la belleza y el contenido del mensaje. A la pantomima se le imponen límites, pero no es pobre en posibilidades. Cada arte tiene sus fuentes secretas, y dentro de sus leyes la pantomima es rica, aun cuando existan cosas que no puede expresar. No puede mentir, por ejemplo. En todo caso dispone de la fuerza de la sugestión ¿De qué medios dispone para fijar sus ideas o visiones? El director teatral tiene el texto, el director de orquesta, la partitura.

- ¿ Cómo los retiene usted?

- Tenemos una gramática según la cual fijamos lo hallado, una gramática para la gente del oficio. Un libro sobre la gramática de la pantomima no sería de utilidad para el público, puesto que hablamos de un arte de actitudes. Películas que muestren la técnica y el dominio corporal del mimo son a mi entender mucho más útiles. Ocurre como con la prestidigitación: cualquiera puede aprender los secretos de la magia, pero para ser un prestidigitador hace falta otra cosa. Lo importante es que haya libros que enseñen la historia del mimodrama y expliquen lo que la pantomima quiere expresar.

-¿Qué relación hay entre la pantomima y la danza?

-La pantomima y la danza son hermanas, pero ambas son un pretexto para mostrar la técnica del mimo o el bailarín. Ya era así en tiempos de la danza clásica, como en Sílfides. Cuando la pantomima relata una historia, también lo hace para mostrar las posibilidades físicas del mimo y su conocimiento estético. La pantomima se diferencia de la danza sólo en las reglas del juego. El bailarín flota en el aire, el mimo permanece en el suelo, por eso su arte lleva todos los caracteres del arte dramático: peso, profundidad, agitación externa e interna. Ambas artes se influyen mutuamente.

-¿Para sus temas sigue usted sólo su intuición?

-Un tema no consta sólo de intuición. Al comienzo se halla, naturalmente, la inspiración inexplicable, pero yo creo que el artista debe tener una mirada calma y fría para con su obra, y juzgarla con neutralidad, pues es peligroso crear partiendo del impulso de la pasión. Los malos escritores escriben en el impulso. Los buenos permanecen fríos.

-¿Qué tiene Marcel Marceau de Bip?
-Bip es un Quijote contemporáneo que se enfrenta a los molinos de la vida actual. Los rasgos específicos de Bip son abstractos, él vive en un mundo abstracto. Bip es seguramente una parte de mí mismo; nunca he sido un vagabundo como él, no he sido un bombero y tampoco he trabajado en un circo, pero he sido soldado como él y también he estado enamorado. Soy un testimonio de mi observación sobre la vida. En el fondo, Bip es como una enciclopedia sobre la historia de la humanidad que intento transmitir con este arte de mi cuerpo.

-¿Qué proyectos tiene para el futuro?

-Mañana vuelvo a París y empezaré a preparar mi gira americana. El mundo conoce como artista a Marcel Marceau, pero no a su compañía, y esto es así por una simple cuestión económica. Menos mal que ahora cuento con un productor que me permite viajar por el mundo con mis discípulos. El próximo otoño presentaré en la primera parte un resumen del espectáculo antológico, mientras que en la segunda parte incorporaremos tres cuentos fantásticos, basados en la tradición del Noh japonés, la Comedia De’ll Arte y los cuentos chinos de la época de Lao Tsé. Quienes asistan al espectáculo comprenderán que el mimo es un arte profundo. He dicho el próximo otoño, con el permiso de Dios naturalmente.



Por Inés matute
Fuente: revista de cultura "Luke"
Más información: www.espacioluke.com

16 septiembre 2009

Lo nuevo de Momix, Botánica


Diez bailarin@s ayudados por proyecciones de imágenes, elementos escenográficos y algo de luz negra, dan vida a plantas, insectos e incluso dinosaurios. El director de Momix, Pendleton, define su nueva obra como teatro visual más que danza, y en mi opinión acierta en la observación, porque danza…danza hay poca, a menos que se entienda por tal la relación espacio-tiempo, pero ¿qué importa?, si es ahí donde reside el encanto de éste espectáculo.
Si la crisis nos deja podremos disfrutar de Botánica en nuestros teatros, lo estamos deseando.


13 septiembre 2009

De destierros y castigos por el ego de un jefe


Trabajar en un teatro de la administración pública y no perder la ilusión en el intento, manteniéndola más o menos intacta, se convierte en una cuestión de tiempo, de persistencia en el acoso del ánimo.
Tuve días en los que sentí como mi ilusión era deliberadamente perseguida, y la implicación con el trabajo, cumplir con la responsabilidad dada se veía como un problema que había que erradicar. Y así sucedió. Mis desavenencias, las discrepancias en cuestiones, meramente técnicas, de seguridad laboral, molestaron al señor director. Envió a un mensajero para que me comunicara que iba a ser desterrado, trasladado a otro gulag. Siempre creí que las divergencias de opiniones resultaban enriquecedoras, que eran el soporte vital de la evolución, pero nunca sospeché que pudieran causar mi suicidio laboral. Así que pasé de responsable de tramoya en un teatro con proyección de futuro, a cortar entradas en la puerta del teatro Principal. Sin embargo no es esto lo que me pareció injusto, lo pude asumir inmediatamente porque el Victoria Eugenia no ofrecía algo nuevo, sólo retroceder al pasado, lo que no entendí es el sistema que considera apto a un tipo para tomar decisiones en ámbitos tan trascendentales y lo nombra por un vínculo de afinidad, de proximidad ideologíca, permitiendo que el único merito o condición exigible para acceder a un cargo de influencia en materia teatral, fuese exclusivamente su compromiso político.

11 septiembre 2009

Sube a escena la crisis


Como un fenómeno estacional, acompañando la llegada del otoño, languidece la programación teatral en la eurociudad con deseos de ser capital cultural europea. Tres meses para finalizar el año, y en ese tiempo tan sólo una obra de teatro será representada en el Antzoki Zaharra-Teatro Principal. Buscando razones que nos ayuden a comprender por qué nos hemos adentrado tan profundamente en semejante páramo, se debe descartar el coste de poner obras de teatro sobre el escenario del Principal, porque con diferencia es inferior al del otro único teatro que posee la entidad encargada de su administración. Es una cuestión de preferencias, de prioridades y me atrevo a decir que hasta de ausencia de imaginación, de previsiones fallidas, de modelos desacertados, de eficiencia en la gestión. Todo indica que si no se han contratado más espectáculos de teatro es porque no queda dinero, y si esto es así, ¿el presupuesto asignado llega para ir cubriendo de manera esporádica hasta acabar el verano? No exactamente. Los presupuestos se elaboran en base cero y en esto juega un papel importante la obtención de recursos económicos generados mediante la autofinanciación, pero cuando se detraen ingresos porque no se acierta con las expectativas o se contratan espectáculos que de antemano incurren en lo que en economía se conoce como income gap terminas por no cubrir ni el ocio del fin de semana. Y en esas nos encontramos, con actuaciones que algunos no entendemos muy bien, cómo dar cabida en la misma semana a diferentes compañías de teatro para que compitan por el mismo público, en una ciudad pequeña con una cultura teatral restringida, venida a menos. Parece que no queda otra, más que aguantar el chaparrón, en un año ya de por sí aciago para el teatro Principal.

06 septiembre 2009

Noviembre


Ya vamos por la penúltima obra de teatro para concluir la temporada. En ésta ocasión se puso en cartel Noviembre de David Mamet, y yo no sé porque motivo, pinchó, tal vez el público se encuentre ya atragantado de tanto género pseudo cómico. Puede que se gastaran ya las perras de las vacaciones o que el turismo se nos fue, una encuesta sociológica a pié de teatro nos sacaría de dudas.

La obra no es mala, no al menos peor que las anteriores y sin embargo los demás reventaron el teatro. El día de doble función en un desangelado patio de butacas, apenas 70 espectadores, supieron reconocer con ovaciones el esfuerzo de los actores por darles a conocer las intrigas desventuradas de la casa blanca. El resonar de los bravos me supo a desquite de algún parroquiano por resarcirse del regusto de recientes entregas veraniegas, porque lo que ocurrió esa noche con gran diferencia se acercó a lo que conocemos como teatro.

Noviembre, trata con humor corrosivo, crítico, los últimos momentos del presidente de EE.UU que se sabe no va a ser reelegido. Veremos la perversión del poder, sobornos, chantajes económicos y emocionales, pero sobre todo mucha indecencia política. Más de uno entenderá por qué éste tipo de teatro levanta sarpullidos.



Vamos a lo nuestro. La luz es realista, filtrada en tonos naturales aunque impera el blanco, y con intensidades que a ratos modulan el cambio entre las escenas. Lástima que haya tanto rebote en la sala, demasiada claridad en el patio de butacas a menos que se busque la participación o involucrar al público con lo que sucede en la escena.

La escenografía recrea el despacho oval de la casa blanca de modo fidedigno, compuesta de módulos corpóreos repintados para la ocasión. La utilería incorpora los más mínimos detalles, mobiliario de época, adornos, cuadros, apliques, lámparas, alfombra, cortinajes, librerías…etc. Todo ello nos ayuda a creer que estamos ante el despacho del presidente de la nación más poderosa del mundo. Con decorados tan reales como éste, poco lugar queda para la imaginación.

04 septiembre 2009

Orientaciones para dedicarte a esto que llaman teatro - 2


*Pertenecer a una asociación de técnicos te hará parecer respetable, pero sé prudente, si colapsas con intervenciones sus foros, dará la sensación de que te encuentras en el paro.
* No asumas compromisos que no puedas cumplir, resultaría frustrante.
* Has de saber que la convivencia con producción en ocasiones, mejora con el silencio.
* Aprende a diferenciar entre un reto y un marrón. Un reto puede ser montar la zarzuela Luisa Fernanda con los restos del decorado de Marina, Katiuska y La del Manojo de Rosas, pero si además tiene que dar el pego, entonces, ¡eso es un marrón!



*Si eres una persona sensible, no cojas aprecio a nadie que llegue de gira, ellas se van, tú te quedas.
*Cuando hables del equipamiento teatral refiérete a el cómo sí fuera de tu propiedad, eso suele dejar bastante claro quien manda.
*Si no tienes ni puta idea de algo, no lo demuestres, disimula. Ni se te ocurra nombrar la palabra cacharro o cosa, di mejor, sistema o aparato, y saldrás airoso del aprieto.
*No seas palizas, no des la brasa a las actrices y bailarinas, si te saludan es por cortesía.
*Rechaza cualquier sistema de intercomunicación, comunícate a gritos, da las ordenes a voces para que sepan quién es el capo.
*De nada sirve lamentarse de las condiciones laborales si no vas a hacer nada al respecto.
* Si quieres pillar en un teatro, ten en cuenta que un currículo engordado, transmite desesperación.
*Pregona constantemente que a ti, aunque te den por el órgano innoble te gusta el teatro.

03 septiembre 2009

Yang Liping



La bailarina y coreógrafa Yang Liping nos encandiló con sus anteriores espectáculos, "Impresiones de Yunnan" ("En busca del Shangri-La" versión para Europa) y "Sonidos de Yunnan", ahora lo hace con "El Misterio del Tíbet".
Las coreografías de Yang están inspiradas en las tradiciones rurales chinas, y son de estética fantasiosa, evocadoras de la cultura china, nos cuentan acerca del universo, la naturaleza, el interés por el origen de la vida y el deseo de perpetuarla. Yang pretende dar a conocer las danzas y el folclore de las minorías étnicas de su país, porque como ella misma dice:
"Para nosotros, la danza es una manera de expresión de nuestras concepciones de vida. Cantar y bailar, en nuestra vida, es una cosa tan natural como comer y dormir".




Aquí os dejo un fragmento de las escenas La diosa del Loto y de Unknown de First Time.

02 septiembre 2009

Orientaciones para dedicarte a esto que llaman teatro - 1




Comparte con los colegas el humo del canuto. Si no fumas petas puedes ser técnico, pero vulgar.
Dejarte rastas y proteger tu cuello aunque sea verano, con pañuelo palestino.
Recogerte las greñas en coleta ayudará a que escuches a otros.
Raparte la pelambre te dará una imagen de irreverente que servirá para que te dejen tranquilo.
Fruncir el ceño ante aquello que huela a prevención de riesgos laborales. Eso es de niñas y tú eres un machote.
Creerte tramoyista por subir y bajar varas, y hacer de ello un coto particular, tu pequeño universo.
Demuestra tu vanidad, encárgate de estar en todo, hasta que entiendan que eres imprescindible, y que sin ti, prevalecerá el caos.
Muéstrate arrogante, has de demostrar que tú sabes la hostia.
Lleva la ropa adecuada para exhibir músculos, muy importante que las nenas aprecien que ofreces carne.
Al terminar el curro, aunque no tengas ni putas ganas, haz un esfuerzo por tomarte unas cervezas con los colegas, conseguirás que no te miren raro.
Si tienes un contrato eventual o eres fijo pero temeroso, aprender a apretar el culo te evitará disgustos.
Siéntete especial porque haces luz o sonido, sin ti desaparecería el teatro, y eso sería terrible.

01 septiembre 2009

Habitando en la luna


Existe un universo de oscuridad que sólo revela su belleza cuando es tocado de refilón por un haz de luz tenue. De ese mundo sombrío veo emerger las crisálidas, cómo inician una danza de instinto liberador, revolviéndose en un envoltorio de luz pegajosa que las extingue. Cuando llega la noche quiero imaginar que lo que ven mis ojos es la calcomanía de Terpsícore despegándose de la luna, contorsionándose entre sus cráteres.


Apenas termino de escribir y ya el cerebro desmotivando al corazón, se muestra impasible, quiebra mis sueños sugiriéndome que en realidad se trata de la silueta de una bailarina atrapada en un círculo de luz que le ofrece la vida.
Repentinamente el redondel de luz comienza a mermar hasta engullir el cuerpo y alma de la bailarina. Esa luz solitaria surge para revelar un misterio, el rapto de sentimientos, porque así ha sido desde tiempos inmemoriales y a ellas no les ha importado tributar sus emociones por brindarnos una pizca de felicidad.