Existe un universo de oscuridad que sólo revela su belleza cuando es tocado de refilón por un haz de luz tenue. De ese mundo sombrío veo emerger las crisálidas, cómo inician una danza de instinto liberador, revolviéndose en un envoltorio de luz pegajosa que las extingue. Cuando llega la noche quiero imaginar que lo que ven mis ojos es la calcomanía de Terpsícore despegándose de la luna, contorsionándose entre sus cráteres.
Apenas termino de escribir y ya el cerebro desmotivando al corazón, se muestra impasible, quiebra mis sueños sugiriéndome que en realidad se trata de la silueta de una bailarina atrapada en un círculo de luz que le ofrece la vida.
Repentinamente el redondel de luz comienza a mermar hasta engullir el cuerpo y alma de la bailarina. Esa luz solitaria surge para revelar un misterio, el rapto de sentimientos, porque así ha sido desde tiempos inmemoriales y a ellas no les ha importado tributar sus emociones por brindarnos una pizca de felicidad.
¿no es una sirena con tiritona?
ResponderEliminarEspasmos estéticos.
ResponderEliminarPEDAZO CUERPO.
ResponderEliminarJkar, si los habitantes de la luna son así, cambio de domicilio, por allí nos veremos.
ResponderEliminarHoy que en el mundo del teatro se han convertido los macromontajes en sinónimo de espectáculo extraordinario, emociona ver como la simpleza alcanza niveles de belleza inimaginables.
ResponderEliminarPues si, hay veces, que con "poca" cosa, nos tocan el corazón.
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