Era el año 2012 y a
causa de la incertidumbre que atosigaba a mi experiencia personal, no
se me ocurrió nada mejor que escribir ¿Producción, mediación, arbitraje, conciliación? ¿Quién organiza esto? Tras su
publicación, sucumbí al desasosiego, así que armado de impaciencia
me propuse indagar entre la dispersa aunque coincidente literatura
referida a determinadas figuras, consideradas agentes imprescindibles
de la puesta en escena. Después de sosegadas lecturas me encuentro
con un galimatías, ¿Producción ejecutiva-asistencial en teatros
públicos pertenecientes al circuito de exhibición, de espectáculos
en fase de explotación? Rareza insólita. Hay a quien le va lo
rimbombante, yo prefiero pensar que se trata de conseguidores,
allanadores de asperezas, facilitadores de tareas al servicio de un
proyecto repetible en sus aspectos técnicos.
Aunque algo dubitativo me
invade una única certeza; producir espectáculos en este país con
el actual clima, es una aventura de riesgo casi invalorable. Si no
tienes verdadera vocación hacía el teatro invierte tu patrimonio en
valores garantizados.
Bibliografía:
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