En cualquier actividad profesional existe un léxico, algo así como una codificación que posibilita el entendimiento entre profesionales pertenecientes o vinculados al mismo gremio. Y el teatro no está exento de ésta jerga, pero si afectado desde hace algún tiempo por la pérdida del lenguaje y la corrupción de las palabras. El desconocimiento de los vocablos teatrales en generaciones provenientes de otros sectores artísticos, en mi opinión, está propiciando la intromisión de terminología ajena a las artes escénicas y la desaparición de semiótica teatral. ¿Cómo?
- En el argot del teatro existe el libreto o guión técnico, pero la ¿escaleta? No aparece en los diccionarios teatrales Akal, CAT, Javier Dotu, ni en el RAE, ni en el Diccionario de Autoridades. Además carece de trayectoria teatral.
- A la escotadura lo llaman agujero.
- Al escafurcio. ¡jó, que cagada!
- Hay quien no diferencia un monologo de un soliloquio.
- La gatera parece ser un garito guay donde los maquinistas purgamos las penas.
- A la guindaleta para ensamblar dos trastos la llaman cuerda. Al maromillo, cuerda gorda.
- A la ferma, ¡y si ponemos una tabla!
- La desaforada. ¡joder, no sé que habéis hecho pero se ve todo!
- Hay quien aún cree que la corbata en teatro, es aquello que un actor se coloca alrededor del pescuezo.
-Al ambigú lo llaman bar. ¡y eso jode! Los tramoyistas sabemos que le quita categoría y que bar es palabro (si, palabro) malsonante. Sin embargo ambigú, es lugar de encuentro, de pavoneo social, donde las relaciones y las cogorzas se democratizan… ¡uhm!
- ¡No! ¡No! Una carrera no es un destrozo en tus medias, ni un trayecto en taxi.
- ¡Oye, quién ha guindado los bastidores! El de seguridad porfía que del teatro no han podido salir. El está siempre vigilante.
- Situémonos; Comedia del Arte. El viejo Pantalón está bien. -¡Si, además ahora se llevan así, es la moda!
- Hay quien no comprende cómo se puede colgar un rompimiento, ¡sin antes arreglarlo!
- Sí, alcahueta es una señora chismosa que no sabe guardar un secreto. ¡Pero en teatro, es otra cosa!
- Algunos, cuando les hablas de acoplar y aforar, comienzan a sonrojarse y carraspear.
- Hay quien se aturulla cuando acuerdas preparar una mutación a telón corrido entre cuadros para desarmar un decorado, no para desmontarlo.
- Quien equivoca telón de boca con bambalinón, ó alcahueta con arlequín. Hay quien incluso duda de su existencia y quien cuestiona su estética.
- Un bofetón puede ser el sopla mocos que te sacuda la diva, cuando al cambiarse de ropa, observe entre cajas unos ojos indiscretos. ¡Pero en maquinaria tiene otra acepción!
- Coloca la chapera para arriostrar el bastidor. -¡eehh! ¿cómo me dices esas cosas? Tratame con más cariño.-
Conocí una vez a una rata de foso (¡ojo! es un término teatral, no ofensivo. Todo lo contrario, define la experiencia. ¡Aunque menudos 40 años de experiencia!) Que entre la gente que aparecía por su teatro, fue propagando inconscientemente dos barbarismos; guardaballeta y charcena. Cuando en realidad quería decir guardamalleta y chácena. Y así casi sin quererlo, fue formando discípulos…..
Presiento que no hago amigos. ¡Dejémoslo aquí!
jajaja! joe mu bueno. lo que me podido reir.que kabrón, todavía me duele el duodeno.
ResponderEliminarSeguro que a la rata de foso no la sacas de su teatro ni con matarratas,¿que era? ¿de esos que no dejaba a nadie pestañear en el escenario sin su permiso.? Si es que tambien son hasta onmipresentes.¡Que calvario!
ResponderEliminarBUENO...BUENO...BUENO..CARGADO DE REALIDAD...LO QUE ME HE PODIDO REIR......
ResponderEliminar¿Alcahuetas? jejeje....sinduda,las niñas de producción.
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ResponderEliminary las ratas tuvieron ratoncitos que se comieron tooodo el queso
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