Cáncamos, cadena no apta para elevación, mosquetones sin cierres de seguridad (uso no previsto en elevación), sin certificación ni marcados CE o de CMU...y así podríamos continuar con una retahíla de despropósitos desesperanzadores. Incumpliendo supongo, la evaluación de riesgos del teatro, y digo supongo porque la tendencia cuando se revisa o modifica dicha evaluación, termina siendo cada vez más permisiva o laxa. ¿Objetivos marcados?, promover la cultura de la prevención, y ni tan siquiera en el micro universo teatral se es capaz de hacer cumplir con la ley. Un día si y al siguiente también, ejerciendo de sordos, mudos y ciegos para poder sacar adelante los espectáculos.
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