Estoy dispuesto a aceptar el desvarío en cualquiera de sus variantes,
tampoco venero el rigor histórico, pero el Antigone que hemos visto
representar en el AZ es un sucedáneo cochambroso de la obra de Sófocles, y aún
pretendiendo huir o renegar de ella.
....no vamos a profundizar ni en la concepción de la dramaturgia, ni tampoco
lo haremos en la dirección escénica ni en la interpretación, porque todo ello
por separado y/o en su conjunto resulta estrafalario, y conduce a poco
proliferar en los improperios cabales o no, porque podría dar la sensación de
lo que me mueve es tan sólo la animadversión...he asistido a representaciones
teatrales de colectivos escolares que atesoran más méritos para ofrecerles
plataformas de divulgación de su arte.
.......entre los colectivos paridores de obras de teatro, siempre destaca
algún miembro que impone su matraca dialéctica, que se explaya sin desenfreno
contando su visión de la obra de teatro parida con epidural institucional....y
cuando uno se asoma al patio de butacas atraído por la verborrea embaucadora
del contador de ensoñaciones, las expectativas nos sitúan en una irrealidad
alucinatoria de sopor, de la que ansiamos despertar.....cabeceo cervical
espasmódico interrumpido por interpretaciones atarantadas....¿o tal vez,
nuestras insulsas y viles almas no introspeccionan?
....personajes sin carisma, meras caricaturas, artistas del camelo de dicción
aturullada.........en Antigone se afronta la trama de manera remilgada y tosca
a la vez, hilando con trazo grueso, de ritmo somnoliento, quizás lo más
destacable de Antigone es la conversión del escenario en un estercolero.
...elementos escenográficos poco ingeniosos aunque cumplen con su función de
versatilidad.
.... los niveles del sonido parece haberlos ajustado alguien con insuficiencia
auditiva.
...cuando la iluminación carece de sutileza, se convierte en alumbrar, aunque
enfoques desde todo tipo de ángulos, luz con color o sin el.....la recurrencia
de la luz de calles, por ubicación y tipología de aparatos, resulta confusa,
no aporta plasticidad a escenas exprofesas, puestas a huevo para el lucimiento
de quien diseña la ambientación de atmósferas de luz de la obra.....desde
consola de programación en consecuencia poco se puede esperar, escasos matices
en los ambientes de luz, con intensidades excesivas, predominio del concepto
arrítmico quebrantable con la dramaturgia.
....afortunadamente Talía se alió con Cronos para acordar la duración del
tiempo de la tragicomedia o lo que quiera que esto fuera, antes de la bajada
del telón.....y al finalizar, aplausos de un público benévole, bravos de una
cohorte afín, y loas vociferadas de algún gañan que pareciera estar dado de
alta durante un fin de semana en el régimen especial de la Seguridad Social.