Si el ballet clásico es el eslabón que nos guía hacía la irrealidad, entenderemos mejor, por qué se obstina a menudo, en mostrarnos la gentil percepción de un mundo imperfecto, en coreografiar cuentos, y en contrarréplica nos restriega alguna que otra tragedia draconiana, venida a menos. A pesar de ello, el ballet tradicional subsiste en una sociedad que mutila los sueños, enmascara los recuerdos, incentiva el olvido y nos inunda de materialismo.
EXTRAORDINARIO........ENHORABUENA
ResponderEliminarLa bailarina de piernicas desvencijadas se ha comido la madalena.¿no?
ResponderEliminarYo creo que jkar es un artista utilizando las sobras de las madalenas de su desayuno.
ResponderEliminarNoto en falta tu toque poético.
ResponderEliminarEl ballet es poesía transformada en movimientos. Sólo apto para románticos, como tú o como yo.
ResponderEliminarMAITE ZAITUT!!
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