“El trabajo en equipo enriquece, pero también te permite echarle la culpa a otro cuando ocurren pifiadas”. Y si se trata de servir función, el gesto acusador en no pocas ocasiones, se dirige hacia quien atiende los pies del libreto, porque desde allí, se gobierna la representación, se lanzan las advertencias de prevención, se ordenan las ejecuciones de cues light y las maniobras de tramoyas, se envían a la escena comandos de utiler@s, se manda aparecer o desaparecer el telón para desvelar el misterio. ¿Pero cómo? ¿No es esto una ciencia? Pues va a ser que no. Al parecer existen diferentes categorías, grados o niveles de regiduría. La de los grandes musicales donde se aplica una metodología prusiana, la operística sometida a la dictadura del pentagrama, la de la zarzuela amagando con su complejo eunuco para tratar de redescubrirse……….y la teatral en giras veraniegas, intoxicada por “el estado anímico” de quien ejerce la coordinación.
Desde hace algún tiempo me topo con regidor@s de cursillo de siete días, que tienen el convencimiento de que asistir a 35 horas de charleta teórica les faculta para regir espectáculos……..lo peor es que deambulan por el escenario como único bagaje con su autoridad flageladora, con su genética mandona castrada de virtudes y actitud desintegradora. Supuran aptitudes de mangoneo. Demasiado intrusismo. Por favor, y, gracias, ¿no forma parte de la jerigonza que los define? Por fortuna, no siempre es así, aún quedan grandísimos profesionales en la soledad del anonimato, de los cuales nos acordamos.
Desde hace algún tiempo me topo con regidor@s de cursillo de siete días, que tienen el convencimiento de que asistir a 35 horas de charleta teórica les faculta para regir espectáculos……..lo peor es que deambulan por el escenario como único bagaje con su autoridad flageladora, con su genética mandona castrada de virtudes y actitud desintegradora. Supuran aptitudes de mangoneo. Demasiado intrusismo. Por favor, y, gracias, ¿no forma parte de la jerigonza que los define? Por fortuna, no siempre es así, aún quedan grandísimos profesionales en la soledad del anonimato, de los cuales nos acordamos.
En Francia la regiduría está
ResponderEliminarreconocida como una titulación
cuya categoría es: BAC- Regie
Lyrique.
El regidor no tiene porque ser el perejil de todas las salsas. Su papel si exceptuamos el genero lirico llega a resultar intrascendente.