15 mayo 2009

Sigo preguntándome


En Julio se cumplirán dos años desde que dejé a un lado los sentimientos de tramoyista, las emociones del lucero. Ya no me satisfacen. Y sin embargo cuestiones personales me empujan a continuar en ello. De modo que, aunque con más sosiego, sigo debatiéndome con mis contradicciones. Hoy me apabullan multitud de preguntas. Y ya no me importa encontrar las respuestas, porque sé que resultará una pugna estéril. ¿Quién cree en las convicciones intocables?

Ahí van unas cuantas. Las que rondan continuamente en mi cabeza.
¿La esencia del teatro no es dar vida al pensamiento escrito? ¿El teatro con luz explora en nosotros? ¿Sin ella rapta nuestra fantasía? ¿La fantasía no carcome la imaginación? ¿La imaginación nos lanza hacía la indagación? ¿Entonces sin luz no existiría el teatro? Acaso ¿la oscuridad nos convierte en sordos? ¿El teatro que se vale de las artimañas de la luz para resolver carencias nos deslumbra hasta el punto de la ceguera? ¿El teatro rellena vacíos? ¿Nos descubre a nosotros mismos? ¿El teatro da cobijo a la libertad? ¿El teatro acude al rescate de la libertad? pero, ¿por momentos, no la estrangula? ¿El teatro no es una prisión de la realidad?



Una batería de preguntas prosaicas.
¿La tecnología mejora la transmisión del mensaje teatral? ¿La dependencia tecnológica cercena contenidos? ¿Sin computadoras el teatro es historia, desaparecerá? ¿El recuerdo de la historia ha permitido la evolución teatral? ¿Un iluminador “mosqueado” con los ordenadores, no sabe de luces? ¿Son el Capture o el wisiwyng las herramientas de los dioses? ¿El dmx en el teatro del medioevo se consideraría brujería? ¿Y en el siglo XXV, les parecerá un juguete artesanal de niños? ¿En el futuro los técnicos serán prescindibles? ¿El teatro sin máquinas puede conmover, hacernos sentir? Si la luz es un lenguaje ¿por qué el público no lo entiende?

Me voy a dar un paseo para evitar más preguntas, aún sabiendo que seguirán ahí atosigándome. Entonces entraré en cualquiera de los teatros abiertos de mi ciudad, sólo para no pensar.

18 comentarios:

  1. El técnico es necesario siempre,también en el futuro, alguien tiene que manejar los cacharros.

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  2. No estes tan seguro. Como yo lo veo, las máquinas se manejaran ellas mismas, sin la intervención humana, y no sólo en tareas técnicas, sino incluso en cuestiones de creatividad.

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  3. Lo que planteas es ciencia ficción. Máquinas creando. gobernándose entre si.

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  4. ¿Hablamos del futuro? No parece tan descabellado. Quien le iba a decir al lámpista del siglo XVIII, cuando los teatros se iluminaban con gas, que hoy la luz no tendría olor, que no quemaría teatros, que tocando un botón se encenderían cientos de luces a nuestro antojo, que controlaríamos el color, que podrían hacerse oscuros repentinos, atmósferas tenúes y que la luz tendría movimiento. A ellos no les parecería ciencia ficción, cierto, sería brujeria. Y por ello arderíamos todos en la hoguera. Máquinas con un control casi absoluto de la luz ¿acaso no hablámos del presente?

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  5. El teatro es pura libertad.

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  6. pura libertad? pero tu que eres de la generación de Heidi?
    pura no es ni la farlopa que os meteis para poder sacar el bolo.

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  7. Yo personalmente no creo que exista la libertad absoluta, ni en su pureza, pero tampoco dudo de que el teatro goze de amplias cotas de libertad. Aunque mermada por los condicionantes técnicos, las influencias de taquilla, los recursos económicos...¿y el teatro acomodaticio para lograr la subvención?
    Hasta el principio de libertad en el teatro más subversivo, transgresor, se modela cuando quiere escapar de los circuitos de representación marginales y darse a conocer fuera de los guetos donde se haya recluido.¿El teatro se prostituye cuando renuncia a apices de libertad por cosas materiales?

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  8. Uauhh! JKar, el final de "sigo preguntándome" es DEMOLEDOR. ¿Tan mal está el teatro en tu ciudad?

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  9. Marga ¿que puedo decirte? De una manera sintáctica y expresiva, sólo se me ocurre por respuesta esto:

    ............

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  10. ¿Tánto? Poco menos que en la UVI.
    ¿no sois muy exigentes? Habrá cosas buenas y malas.¿verdad?

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  11. Vaya me pones en un brete.
    A ver...diré algo, aunque muy poco, que me conozco y me embalo.

    Esta ciudad tiene aspiraciones a ser capital europea de la cultura. Y aunque el término cultura abarca un espectro muy amplio,el teatro no es prioritario. Lo son, el zampe, el poteo, los festivales y las estampas evocadoras.

    No se tienen del todo claro, tres conceptos, cantidad,calidad y constancia.Pero por encima de todo, les derrota la política fugaz de apariencias y escaparate.

    Ruedas de prensa, declaraciones en los medios, folletines impresos, ensalzando, convenciéndonos de la cultura teatral, al parecer innata, que habita en ésta ciudad.

    Ayer pudímos ver "La lluvia Amarilla", en uno de los dos teatros con los que cuenta la ciudad. La obra es extraordinaria. De lo mejor que ha pasado por aquí en años. ¿La afluencia de público?
    Para echarse a llorar.

    Me hago dos preguntas:

    ¿No interesa el teatro?
    ¿No lo están haciéndo bien?

    Lo dejo aquí. Porque si no....

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  12. Té noto muy escéptico con la tecnología, no es tan mala depende de cómo se use.
    A mí me parece que sin ella, el teatro se haría muy árido, y sería aún más minoritario.
    ¿No te parece?

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  13. Cristina.¿De veras te lo parece?
    No quisiera dar esa sensación. Trabajo en un teatro de "técnico", y aunque ya no me siento como tal, comprendo a mi manera, la simbiosis entre arte y tecnología.
    Coincido contigo.
    La tecnología puede ser estupenda cuando es integradora, cuando logra meternos dentro de la historia que se nos quiere mostrar.
    Si se aplica caprichosamente, para justificar vete a saber tú el que, o porque si, termina por sacarnos a empujones de esa historia en la que nunca estuvimos.
    Acabamos, antes de que finalice, dándonos cuenta de que asistimos a una representación

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  14. La tecnologia SIEMPRE ES BUENA nos facilita el trabajo.

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  15. SI Y TE LLEVA HASTA LA COLA DEL INEM.

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  16. Hace un rato que he salido de ver "La lluvia amarilla" en el Antzoki Zaharra, el teatro en el que trabajas. Aún no me lo puedo creer, apenas estabamos cuarenta personas, viéndo una obra de teatro que era magnifica. Pero ¿qué está pasando? ¡ESTA CIUDAD NO MERECE SER CAPITAL CULTURAL DE NADA!

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  17. ¿El teatro sin luz?
    No lo conozco.

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  18. Jkar, la oscuridad si nos deja oir, pero evita que apreciemos otros mecanismos que determinan la estructura de la representación teatral.Coincido contigo, a veces para lo que hay que ver. Mejor en oscuro.

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